A veces, la vida te obsequia con lugares insospechados. 

Ese día, nos habíamos propuesto no ir al gran hotel donde disfrutar de todo tipo de comodidades. Se trataba de descubrir un sitio al que habíamos decidido darle una oportunidad.  

El "hotelito", como pronto pasamos a llamarlo, nos sorprendió para bien. La sencillez de su decorado dejaba paso a la majestuosidad de sus exteriores. Y una parejita de personas mayores, propietarios del lugar,  nos recibían y llevaban, una vez  hecho el check-in, a los jardines.

- ¿Les apetece algo de beber típico de aquí? Nos preguntaba la señora para luego traernos unas cervezas sin alcohol: Zot, que en flamenco alude a un "loco", el loco de Brujas.

Pronto reparamos que estábamos en un lugar especial,  único... No importaba que su interior fuera sencillo o nos atendiera una parejita de personas mayores. Me imnotizó lo que allí presenciaba...

Estábamos solos, y yo sólo sabía que quería quedarme allí por un buen rato... tranquila, disfrutando de aquella paz y, por qué no, del "Loco de Brujas".

Un abrazo en la distancia...
























Total Look: Zara
Zapatos: Pikolinos