Ahora que el gran momento se acerca, es imposible evitar que las sensaciones te invadan... Sensaciones con sabor a felicidad por tenerlo pronto en mis brazos y ver su linda carita, por volverme a saber madre y experimentar nuevamente sentimientos y vivencias que creía ya sólo parte del pasado y sensaciones, otras veces, con sabor a incertidumbre...
Supongo que no me ocurre sólo a mí, sino a toda mujer que haya pasado por esta indescriptible experiencia. El miedo se apodera de nuestro ser al sabernos impotentes por no poder controlar el proceso en su totalidad. Y asegurar que él, mi bebé, "nacerá sanito"...
Es entonces cuando te llegan mil mensajes de familiares, amigos, personas queridas... y todos ellos repitiendo las mismas palabras: ¡Que te vaya todo bien! Es como si te hicieran más consciente aún de que te embarcas en un velero rumbo a una odisea...
Una vez más, acogiéndome a la tónica que ha marcado mi vida este último tiempo, opto por dejarme llevar, sentir, vivir la experiencia... Y confiar... en lo bueno que el camino tiene deparado para mí...
Hoy estoy en Brujas, caminando de la mano de un ser maravilloso, y ha vuelto a resplandecer el sol de forma excepcional, como si lo hiciera sólo para nosotros. Y mi bebé está más protegido que nunca. Eso es lo que importa ahora...
Un abrazo en la distancia...
Total Look: Zara
Medias: Calzedonia
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