La oleada de nieve y bajas temperaturas no provocaba sino quedarse acurrucadita en la cama este pasado fin de semana. Era también el momento propicio para ver una película en buena compañía.

Sin embargo, ni el frío ni la lluvia lograron que yo me quedara en casa. Me apetecía dejarme mimar por Eric&Laurent, mis estilistas de referencia en Luxemburgo y Francia. Así lo hice y, resultado de ello, estas fotografías que aquí les muestro.


Los había conocido allá por 2013, justo antes de lanzarme a la aventura del Máster en Moda y Comunicación en el IED, Madrid, y representaban para mí eso... el antes de..., antes de este gran mundo que ahora me apasiona tanto.

"Mi primera vez" con Eric&Laurent fue en Francia, en Thionville, en el contexto de una de mis escapadas. De ese día recuerdo mucho más que un look o conversaciones sobre el color a elegir. Recuerdo el trato exquisito reflejado en cada uno de sus detalles: la atención desde el primer minuto de llegada, la opinión personalizada, un gran y diverso equipo a mi entera disposición, consejos mil y hasta su chocolate y champagne.

Recuerdo también cómo la vorágine del día me llevó a festejar con el equipo algo tan banal como el comienzo del fin de semana; y así, entre risas, olor a chocolate y laca y a ruido de secador, y con tan sólo unas horas de por medio, llegué a sentirme en familia.

Hoy en día son parte ya de mí, de mi círculo de amistades, de momentos en los que, lejos del lugar de trabajo y en torno a un simple café con magdalenas, les confesaba por los "cambios", agradables y no tan agradables, por los que estaba transitando.

Por todo ello, por sus atenciones y cuidados pero, principalmente, por esos momentos que representaron una especie de revolución, revelación de la mujer que debía ser... GRACIAS.

MIL GRACIAS...

Un abrazo en la distancia...












Vestido: Zara
Abrigo en Piel: Imperio Luxemburgo
Cinturón: Bimba y Lola
Botines: Peter Kaiser Germany
Bolso: Balaboosté París
Complementos: Colección Personal