Estimados lectores,

Cuando la Navidad nos visita, fácil es caer en ese ejercicio de echar la vista atrás y visualizar el año que llega a su fin; pararnos, aunque sea por tan sólo unos minutos, a pensar...; pensar en los logros y metas alcanzadas, en lo mucho todavía por conseguir, en dónde se estaba el año pasado, por las mismas fechas y bajo qué circunstancias, y dónde ahora...


Vienen también a la mente o, por lo menos, en mi caso, experiencias vidas; algunas no tan agradables y otras muchas a guardar en el baúl de los recuerdos...

Personas que formaron parte de nuestras vidas y que, por esos juegos caprichosos de la misma, se quedaron estancados en alguna parte del camino. Y ya no están, ya no continuarán el camino de nuestra mano... Se han quedado para dejar paso a nuevas personas que harán lo propio Dios sólo sabe cómo y hasta cuándo.

Pero no importa... Parece que en esto consiste la vida...

La vida pasa por nosotros con su confluir de circunstancias, experiencias, personas, vivencias, personas en esas vivencias... y que van a conformar el ser o, como dirían los franceses, el "être" en el que nos vamos a convertir.

Y reconforta... reconforta el conocimiento de esta máxima de vida. Soy quien soy, con mis vivencias y experiencias y mis "personas a cuestas", conformando la mujer en la que me he convertido, ni más ni menos.

Hoy alzo nuevamente la copa para desearos una muy Feliz Navidad en compañía de vuestros seres queridos, así, de todo corazón, sin hipocresías; porque también he aprendido que perdonando se libera el alma y es condición necesaria para continuar el camino sin equipaje pesado que impida surcar nuevos horizontes.

¡Feliz Navidad! Este año, desde el Hotel Relais Bourgondisch Cruyse, en Bélgica...











Jersey: Zara
Falda: Zara
Gorro: Artesanía mexicana