De regreso de vacaciones, nos podemos llegar a sentir tristones, perdidos o, " simply, not in the mood". No aporto nada nuevo... Por todos es ya conocido esto y no voy a detenerme en hablar del síndrome post-vacacional o de la fatiga que causa la vuelta a la rutina. Para ello, los libros que este tema ha dado para escribir.
En mi caso, una parada como la que se vive en Centro-Europa (algo más prolongada que la de países del Sur como España), puede servir para mucho. Y, máxime aún, cuando se trata de un espíritu libre y un tanto rebelde como el mío.
Estrasburgo y Venecia fueron los destinos escogidos en esta ocasión. En un principio, pensaba dedicarme enteramente a descubrir la ciudad italiana pero, por una cuestión meramente de horarios de vuelos y ante la perspectiva de un fin de semana algo vacío, opté, en último momento, por también desplazarme a Estrasburgo, que siempre constituye una opción a tener en cuenta.
Como podéis suponer, dos ciudades de tal belleza como Venecia o Estrasburgo prometen muchas fotografías, vídeos, material por compartir. Estimados lectores, en ello estoy... Pronto, muy pronto...
Mientras les hago llegar un poquito de esas vivencias, qué tal si nos detenemos en las imágenes que les muestro a continuación y que son fruto de una de mis últimas visitas por las Islas Afortunadas.
Cuando fueron tomadas, presuponía que pasarían a formar parte del álbum "especiales". Se plasma en ellas mucho más que un mar o cielo azul. Es la representación de lo que yo soy, un espíritu libre y un tanto rebelde; un espíritu que prima el conocimiento, porque sólo el saber es lo que nos garantiza esa libertad ansiada.
Como bien dijo Kofi Annan, "el conocimiento es poder. La información es libertadora. La educación es la premisa del progreso, en toda sociedad, en toda familia".
Y mis padres, bien conscientes de ello, se aseguraron de darnos el acceso, a mí y a mis hermanos, a esa educación que un buen día nos brindaría el conocimiento y la información necesarias para el logro de esa libertad tan soñada por todos. A ellos gracias...
Aire, que te crees que me tocas con tus pretensiones, pero únicamente puedes rozarme...
Viento, que aseguras puedes hacerme daño con tan sólo uno de tus reveses, pero simplemente consigues que vuelva a querer levantarme de nuevo y ser más valorada y querida aún, y verme más bella aún...
Y tempestad, que por mucho que golpees solamente me recuerdas que después de la tempestad siempre viene la calma, y un sol brillante que ya está presente en las pequeñas cosas que ya tengo.
Un abrazo en la distancia...
Falda Seda Natural: Artesanía Bélgica
Camisa: Promod
Top: Zara
Zapatos: Calzados Diez, Madrid
Complementos: Colección Personal
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