Fuerteventura es mucho más que playa y paisaje desértico. Cuando se visita Fuerteventura, se trata, también, de entender las tradiciones y el buen hacer de un pueblo que, debido a su posición geográfica en el planeta, le ha tocado, a lo largo de los años, adaptarse a unas condiciones meteorológicas muy particulares, con lo que eso ha conllevado en sus actividades cotidianas y medio de vida.


Las Salinas del Carmen de Fuerteventura es un claro reflejo de lo expuesto anteriormente.

Las Salinas del Carmen son las únicas salinas que aún se conservan en la isla y están situadas en la costa de Antigua. Levantadas sobre las antiguas salinas, hacia 1910, son de gran interés etnográfico, arquitectónico, natural, cultural y paisajístico y muestran la importancia que la sal ha guardado para un pueblo como el majorero.

La sal, presente ya no sólo en su gastronomía, sino como medio de subsistencia mediante el comercio, tradiciones, supersticiones, cultura...

A continuación, unas fotografías de mi periplo por este rincón de la isla. Y pronto más...

Un abrazo en la distancia...











 






Total look: Calzedonia
Cesta: Artesanía Fuerteventura
Sombrero: ReHats, Berlín
Zapatos: Sandro Rosi
Complementos: Colección Personal