Estimados lectores,

Tengo la fortuna de vivir en un sitio único en Europa, el barrio de las Instituciones Europeas en Luxemburgo, Kirchberg. Para muchos, se podría ver como el "pequeño Nueva York" de los europeos.

Es increíble el cambio radical que ha experimentado este pedacito del Gran Ducado en los últimos cinco años, todo ello debido a las ampliaciones sucesivas de los edificios de las Instituciones y que se han ido dando a un ritmo frenético.

En mi caso, me encanta pasear por sus calles y plazas, sentirme "chica de ciudad"; patinar por sus parques, para desconectar del día a día. Porque Kirchberg es eso, lugar de contrastes: de avance, de luces reflejadas en las vidrieras de sus edificios, de espacios verdes en los que la gente descansa por unos instantes en la hora de pausa mientras engullen un sándwich "à toute vitesse", de tráfico, mucho tráfico y silencio y aire fresco en las noches, de ambiente multicultural que te recuerda que tan sólo somos ciudadanos del mundo, de arte, cultura y riqueza, mucha riqueza…

Y es además increíble cómo un mismo entorno, dependiendo de la luz que le dé o la hora del día en la que se tome las instantáneas, te ofrece imágenes dignas de archivar en tu más íntimo yo. 

En esta ocasión, te muestro un rincón de la Plaza de Europa, creada, como su nombre bien indica, en honor a los países que forman parte del proyecto europeo. En ella, cada árbol lleva a sus pies gravado el nombre de uno de los países de la Unión, y yo…, pues yo encantada de poder disfrutar de la dicha de pasear por un lugar de estas características.

Un abrazo en la distancia…





















































Vestido: Zara
Abrigo: Zara
Sombrero: Zara
Zapatos: Calzados Diez, Madrid
Calcetines: Calzedonia
Bolso: GiosEppo
Accesorios: Colección Personal