El mar..., el mar que tanto bien nos puede hacer cuando estamos faltos de un poco de paz, de silencio, cansados del bullicio de la ciudad y, a su vez, ese mismo silencio cómo nos puede envolver, atraparnos y llevarnos a otra dimensión. Y recordarnos episodios, a veces no tan buenos, y personas que ya no están en nuestro caminar por caprichos de la vida. Y, en mi caso, recordarme lo lejos que estoy, del mar..., que ese momento no perdurará y que volveré a vivir de recuerdos, del mar...
El mar, compañero de viaje para unos, escenario de vacaciones para otros, lugar de evasión para unos pocos y de reencuentro para algunos más... No importa cómo lo veamos. Invita a soñar.
El mar..., lugar también, como en este caso, testigo de vivencias con seres ahora sí del presente. Recuerdos para el futuro...
En las imágenes, Playa de Los Cancajos, en La Palma, reflejo de ríos de lava que en su momento desembocaron en el mar...
Y una chica, absorta por el mar y llevando tan sólo un total look muy de verano, blanco, en contraste con la oscuridad de la arena y del mar..., acompañándolo de un sombrero de paja canotier y unas sandalias en ante estilo gladiador.
Un abrazo en la distancia...
" Ese mar que me aleja de ti..., no consigue que pueda olvidar..., que La Palma es la isla mía, donde yo aprendí a soñar..."
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